No sé si os pasa a todos pero a mi, personalmente, de vez en cuando me gusta recordar los refranes que decía mi madre cuando hablaba con nosotros, sus hijos. Siempre tenía uno preparado que soltaba en el momento preciso.
Sus refranes más típicos eran:
- Hace más el que quiere que el que puede
- Amor con amor se paga
- No pierdas el tiempo. Luego te arrepentirás de no haberlo hecho (este creo que era de su cosecha)
- No es lo mismo una oveja con piel de lobo que un lobo con piel de oveja (este tampoco sé si era suyo o cosechado)
- Quien siembra recogerá
- Cria cuervos y te comerán los ojos
- Quien calla otorga
- Quien mucho abarca poco aprieta
En fin. Seguro que más de una madre los habrá utilizado.
También decía uno muy bonito:
- No hables si no es para decir algo más hermoso que el silencio
Me he dado cuenta que, como todos sabemos, repito muchas veces los refranes de mamá e incluso algunos nuevos que voy oyendo por el camino.
Hay dos que me gustan mucho. No sé si están en la categoría de refranes o frases célebres.
- Si quieres llegar más rápido, camina solo. Si quieres llegar más lejos, camina acompañado (proverbio africano)
- Lo más importante en esta vida es que lo más importante sea lo más importante (no es de Victor Kuppers pero lo usa mucho)
En estos meses de confinamiento me he vuelto un poco loco con los cursos online y he aplicado «a pies juntillas» el famoso refrán de «Quien mucho abarca, poco aprieta».
A ver si a partir de ahora, concentro más y experimento menos.