¿Por qué hay estipulado un día en especial para recordar cosas o para celebrar el amor o la natividad o el cumpleaños de alguien? ¿Por qué no lo celebramos siempre que queramos? ¿Cuándo el cuerpo nos lo pida? ¿Cuándo nos dé la gana?
Para este tipo de celebraciones, ¿por qué la gente solo se acuerda de la gente en unas fechas concretas y no durante todo el tiempo?
Procuro, por convicción, huir de las tradiciones. ¿Cuáles son los mecanismos que se activan para que únicamente nos acordemos en esas fechas?
Supongo que debe ser difícil cambiar las tradiciones, pero si uno se lo plantea, ¿por qué no cambiamos alguna de ellas?
¿Por qué en Navidad hay que reventar a comer? ¿Hay que ponerse las mejores galas? ¿No podemos ir con los tejanos de siempre y esas botas tan cómodas?
¿Por qué hay que ir de diferente manera? Quizás es para hacerles ver a los otros que podemos presumir de ropa nueva o, según tengo entendido, hay que estrenar algo para empezar bien el año… A mí, personalmente, no me quita el sueño.
¿Por qué hay un día estipulado, un solo día en todo el año, que oleadas de personas se desplazan a los cementerios para presentar respeto a sus difuntos? Ese día, diría que se venden tantas flores como en Sant Jordi.
No hace mucho, estuvimos en uno, para rendir homenaje a un ser querido.
Los operarios del ayuntamiento (imagino) estaban haciendo los preparativos para que esas oleadas pudieran deambular hoy por los pasillos y las isletas del cementerio, sin caerse de morros ni sufrir ningún tropezón. ¿Y el resto del año? Los finados siguen allí, todos los días. ¿Se les va a visitar un 4 de abril o un 23 de marzo?
Seguramente sí y estoy aquí hablando por hablar. Es una forma de decirlo porque, en verdad, no estoy hablando, sino escribiendo.
Es como el día de Sant Jordi y la Rosa. Este año pasado, concretamente, la fiesta tradicional que siempre se celebraba el 23 de abril, se cambió de día y de mes y no pasó nada. ¿O sí?
Imaginad que el 25 de diciembre se cambiase al 9 de mayo, porque ese día concretamente, el 25, se hubiese producido un agujero en la capa de ozono y las autoridades competentes decidieran cambiarlo por un tema de seguridad nacional.
O el día de Acción de Gracia, el día internacional del congrio, la igualdad o el año del gato. ¡¡¡Puf!!!
Cualquier día, si hay un motivo que sea convincente, puede ser canjeable por cualquiera de los 365 del año. Todo es cuestión de interés, imaginación o porque sí.
Y no quiero pronunciarme con el famoso cambio de hora. Creo que es lo más absurdo del mundo.
Se hace antes de noche y se gasta más en electricidad. ¿A qué mente privilegiada se le ocurrió esta idea? Seguro que a alguien que gana mucho con esta tradición.
Os dejo. La tradición me está llamando.
Las fechas son tradiciones, o religiosas (según tu religión) o conmemorativas de algún evento especial en los tiempos. Ya en épocas de hambruna, el 24 y 25 diciembre casi todo el mundo cocinaba platos más exquisitos y en más cantidad, ya que las familias se desplazaban desde lejos para estar juntos. Y se aprovechaba para sustituir las pobres ropas del día a día por las mejores galas que tuvieran. Toda fecha tiene una explicación.