¿Qué es más interesante sacrificar?
Llevamos mucho tiempo escuchando las mismas noticias. Casi todos los días se repiten, constantemente, los índices de contagio, de asintomáticos, de PCR, de vacunas, de porcentajes de bajas y altas, etc. Hablando de vacunas, si van bien para la salud, si tienen efectos secundarios, si no se han probado lo suficiente en los humanos, si los efectos económicos están por encima o por debajo de lo que habían estimado las farmacéuticas o los gobiernos, etc.
Antes de Navidad, dieron datos esperanzadores sobre los índices de mortalidad, de contagios, etc, porque en ese momento tocaba salvar la Navidad. Ahora que llega la semana santa, también veo que se diluyen los datos para que los humanos salgamos en estampida, ya que parece ser que todo «vuelve» a su curso «normal».
En otros países, están alucinados por la forma en que se está gestionando el asunto aquí, en la piel de toro. Otros países están volviendo al confinamiento porque la situación parece ser que se está desmadrando otra vez.
¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Existe un despropósito para que los humanos agachemos las orejas y así, a los gobernantes, les sea más fácil controlar nuestros ánimos?
Noticias reales y fakes corren a raudales por las redes. En los informativos de las televisiones, públicas o privadas, no me parece ver las mismas noticias. ¿Es posible que esto ocurra porque quién paga manda? ¿Es posible también que en las redes sea más difícil censurar la información y por eso hay mucho más material, bueno o malo, pero al fin y al cabo, más de todo?
No sabemos nada. Nadie sabe nada. A excepción, claro, de los cuatro de siempre que lo saben todo. No se sabe si todo esto es una forma de control mundial de la población, la economía, los recursos, etc. No sabemos a dónde nos llevará toda esta nueva situación que, por lo que parece, lleva años gestándose en esferas de poder que nunca saldrán a la luz porque nadie, a excepción de cuatro, sabe dónde están parapetados.
Cuantas más facilidades tenemos para enterarnos de las cosas, cuanta más información parece que gestionamos, más difícil se hace separar las noticias reales de las mentiras que, de una forma muy sutil, se entremezclan tanto entre lo que es y lo que parece ser, que al final nos la meten doblada.
Pero a los humanos tampoco les importa demasiado todo esto. Lo único que ahora les interesa es poder tocar el dos, en semana santa y cuando llegue el verano, hacer lo mismo que habían hecho hasta ahora, sin contar, por supuesto, lo que no se pudo hacer en 2020.
Mientras tanto, seguiré al acecho de lo que pasa por ahí, aunque nunca lo sabremos, a excepción de los cuatro de siempre.
¿Sacrificaremos el miedo, el temporal, la semana santa o el verano? Es mejor vivir lo más al día posible. Todo lo demás es especular.
No sabemos nada. Nadie sabe nada.
Los cuatro cabr… de siempre que lo saben todo.
Te imaginas que el resto nos pusiéramos de acuerdo?
Bueno, ya se encargan ellos de que no lo hagamos..