En otras culturas, el paso de un lado al otro no lo tratan como una desgracia, sino como un regalo. Todo lo que has hecho aquí cuenta. Aquí has dejado huella y eso es lo que importa. Es verdad que muchos pasaron desapercibidos, sin hacer ruido o haciendo demasiado, pero ¿y los qué no? A esos, precisamente a esos, va dedicado este apartado.