Si no eres un experto en regalos, esta pregunta es muy difícil de responder. Suerte del comodín de la llamada. Alguno de los componentes de la familia te pueden echar un cable en cualquier momento.
Sabes que solo puedes hacer dos llamadas. ¿A quién recurrirías? Piénsalo bien porque no tendrás más que dos oportunidades.
Ya sabes que Lucas está más cerca del «pallá» que del «pacá». El otro día me decía que se le habían ocurrido un montón de ideas para regalarle a su nuevo sobrino. Apenas con dos semanas, ya sabe distinguir entre la teta izquierda y la derecha. Hablo del crío, no de Lucas. Él hace ya mucho tiempo que sabe distinguir entre la izquierda y la derecha, pero esa es otra historia.
Me dijo que había pensado regalarle algo para un futuro cercano porque no le gusta gastar por gastar. Así que intentaré reproducir aquí abajo una lista de… como te lo podría escribir… ¡ah! sí, de barbaridades que me comunicó por Whatsapp.
Espero que entre tú y yo podamos echarle una mano. Aunque bien mirado, no sé si echársela al cuello directamente. Que conste que mi intervención en este listado es únicamente como escriba.
Lucas me dijo, en tono divertido, pues… ¡escriba, coño!
- Una entrada para el Cirque du Soleil en platea
- Una entrada a la Ópera en el gallinero para ver la Flauta mágica.
- Un talón de regalo de doscientos galones de hidrógeno para su vehículo, cuando lo tenga.
- Una caja de condones de la talla XXL. Nunca se sabe; igual los puede usar como paraguas por si los estrena en época de monzón.
- Media libra de chóped o jamón de bellota, siempre que no se abstenga como hizo su tío en el pasado.
- Un saco de dormir para llevarlo en la moto.
- La saga del señor de los Anillos.
- Una brújula escondida en la empuñadura de un cuchillo de monte, tipo Rambo.
- Unos prismáticos para ver la cara oculta de la Luna*
*Este regalo me hizo mucha gracia. ¿Para ver la cara oculta de la Luna? Le pregunté con cara de asombro. Ni se inmutó. Siguió con su lista. - Tres videos un poco surrealistas del comandante Zafiel.
- Las cuatro últimas temporadas de Expediente X*.
*Le recordé que, precisamente, las cuatro últimas fueron bastante flojas, que si no era mejor las cuatro primeras. Ni caso. Siguió con su lista.
- Un proyector de Cinexin.
- Una lámpara maravillosa, por si algún día tuviese una urgencia.
…
Le recordé que en veinte minutos tenía sesión con el loquero. Si no se lo recuerdo cada miércoles, se le olvida. O, quizás lo olvida expresamente. Ya no sé qué pensar. Me tiene desconcertado.
Al final, después de tanta lista, me dijo, así de repente, que había ido por la mañana con Eva a comprar unos baberitos monísimos al pueblo.
—¿Qué prefieres, susto o trato? —le pregunté con cara de #tevoyameterunahostia que van a resonar hasta las conchas del mar—.
—Tampoco es para tanto, micros* —me respondió con esa cara que tiene de panoli—. Y yo, a tragar. No tiene remedio. Se le ha de querer así. Lo quieres tal cual o le pegas un tiro…
*Lucas me puso el apodo de micros que de tanto oírlo, me hace hasta gracia. Qué quieres que te diga… En el fondo soy un sentimental.
La verdad que es complicado pero un buen sitio de pañales se agradecen un montón.