Ya tenemos el 21 a la vuelta de la esquina. A ver qué nos depara este nuevo año lleno de ilusiones y por qué no, con la posibilidad de encontrar a alguien con quien reir y tomarse un café por la mañana. Quien dice un café por la mañana, dice una ducha compartida. Quien dice una ducha compartida, dice una noche de abrazos y mimos. Quien dice una noche de abrazos y mimos, dice una cena romántica a la luz de las velas o de la luna. Quien dice una cena romántica a la luz de las velas o de la luna, dice una tarde de paseos y charlas y risas y asombros y dedos entrelazados. Quien dice una tarde de paseos, dice un segundo encuentro en la plaza principal, porque antes ya hubo un primero y estuvo cargado de ilusiones, deseando ese segundo encuentro.
¿Quién dice que todo esto no es posible? Nadie lo sabe. ¿Un mismo? ¿Otros? ¿Vivir de ilusiones? ¿Vivir el presente? ¿Acumular fantasías? No lo sabremos hasta que no empecemos con el primer paso.