¿Realidad o fantasía?
Dicen que el mundo es un pañuelo. Algunas personas acaban la frase con la coletilla «…lleno de mocos». Forrest Gump dijo que era como una caja de bombones. Otras, le dan un toque más personal, como la que escribió el autor: «El mundo es como un pañuelo en el cuello. Todo queda cerca».
Quizás, la teoría de los seis grados de separación entre cualquier persona de este mundo, es un poco disparatada, pero no imposible. Bastan cinco personas para conectar el primero con el sexto. «A» conoce a «F», porque A, B, C, D, E y F, están vinculados de alguna manera.
Aunque no se trata del mismo tema, la película «Cadena de favores», del año 2000, conecta a personas que se hacen favores de manera desinteresada. Siguiendo con el ejemplo de las letras, «A», le hace un favor a un desconocido «B». «B» a «C», etc. A partir de ese momento, «A» y «B» quedarán unidos. «B» hará lo mismo con «C» y así hasta el infinito o hasta que el último personaje cierre el círculo, conectando con «A». Algo parecido es lo que hizo Gertrud, una de las protagonistas de la historia, con Hannah, o Gunther con los tres amigos de la naviera, o Simón con Silvia.
¿Cómo conectar a Silvia con Bibiana, a través de Simón? ¿A Gunther con Samuel? ¿A Gertrud con Andreas? Para vincular a tanta gente, es importante disponer de una libreta en la que anotar fechas y lugares, con un cierto orden cronológico. Es muy fácil equivocarse. No es posible que la hija de Beatrice sea, en el futuro, más mayor que su madre, a no ser que saltemos a la ficción, como con Terminator y otras tantas pelis extrañas de viajes en el tiempo.
La teoría de los seis grados, también se recoge en el libro «Six Degrees: The Science of a Connected Age», de Duncan Watts, donde asegura que es posible acceder a cualquier persona del planeta en seis saltos o conexiones.
En este proyecto, que pretende ver la luz el próximo otoño, el autor intentará conectar a Gertrud con Samuel de una forma un tanto disparatada, pero no menos curiosa.
Biel, amigo de Lucas.