Como que hoy era nuestro primer día de la temporada, esta noche he dormido de forma discontinua. Una mezcla entre estado de vigilia y somnolencia profunda. Pero, nada preocupante.
Mientras dormía, una pregunta resonaba en mi cabeza, como un mantra. —Estás despierto, ¿verdad? Y mi respuesta era, todas las veces, la misma. —Claro. Sino no hubiera escuchado tu pregunta*.
*Esta situación ya es más preocupante. Me pregunto y respondo a mi mismo.
A las 05:45 h por fin ha sonado el despertador. De todas formas ya llevaba rato despierto. No había que preparar casi nada. Ya lo hice la tarde anterior.
A las 06:45 h David me ha pasado a recoger. Habíamos quedado con Ricard a las 07:20 h en el sitio de siempre.
Ya estamos los tres preparados para salir. En marcha.
Llegada a la estación a las 09:10 h. Ricard no tiene esquís. Mientras los va a alquilar, David y yo vamos a la oficina central a recoger los forfaits de temporada. Son nuevos. Diferentes. Llevan chip.
Un poco de cola en la recogida. Cada uno sobre su punto amarillo, para respetar la distancia de seguridad. Ya tenemos nuestras credenciales. Forfait para todos los jueves de la temporada 2020-2021. De vuelta al coche para equiparnos.
Mascarillas por todas partes nos acorralan. Extraño para estar rodeados de naturaleza. Pero son las normas. Sólo se usarán cuando circulemos por las zonas comunes. En las bajadas no, por suerte.
El día nos ha acompañado gratamente. Sol, frío, niebla, calor. Mascarillas. Extraño. La nieve bastante correcta para ser otoño.
Ningún susto, rasguño, porrazo, caída. Ningún problema. Para ser el primer día, todo bien.