Te apetece hacer cosas, pero hay algo por ahí adentro que te ronda.
—Ya he descargado las dos partituras que me envió Carmen y las he añadido al primer movimiento. Luego me pongo.
Pero no te pones.
Han pasado dos horas y media desde que dijiste que ibas a ordenar la casa, pero te estás comportando como los protagonistas del relato que te pasó Lucas ayer.
¿Qué te pasa? ¿Acaso tienes la cabeza en otro sitio?
En parte sí. No te voy a engañar.
—Vale. Ya sé que Eva dijo que hasta que no llegues al río, no sabrás cómo está el puente.
Las frases hechas no siempre causan el efecto deseado. Molan porque te las dicen con cariño, pero ¿qué sabrán ell@s del estado en el que te encuentras?
—¡Venga, va, que tú puedes! —Te susurra esa voz interior que te anima en momentos de derrumbe.
Hasta el próximo jueves no te informarán del guion que vais a seguir a partir de una fecha concreta. No adelantemos acontecimientos. No vale la pena. ¡Grábatelo a fuego, si es preciso!
Recuerda que hay personas que se encuentran en peores situaciones, que no se pueden valer por sí mismas y además no tienen a nadie cerca que les pueda echar una mano.
Estamos de acuerdo en que es una decisión importante. Esas frases gratuitas que se repiten como una sentencia: lo tomas o lo dejas. Si no te decides por la segunda opción, igual con el tiempo, la primera que escogiste se complica y has de tirar de la segunda. Cuanto más tardes, más se complicará el asunto.
Por lo mucho que te conozco diría que lo tienes bastante meditado y eso que solo han pasado veintiséis horas de la visita.
Tal como habías quedado, mañana vete allí. Despeja la cabeza y ayuda a tu amigo a desmontar la casa. Tanto tu cabeza como él te lo agradecerán.
Y el jueves no te preocupes. Recuerda que Diego irá con vosotros. Él sabe de estas cosas y seguro que te aconsejará bien.
No te preocupes.
Pasito a pasito! Lo bueno es que la tribu te acompaña!!!!!!
Amigo, no te preocupes, al final acabarás haciendo esto y otras cosas parecidas, que de entrada te dan un poco polcul y te llevan irremediablemente a ese estado que ahora está de moda definir con el verbo «procrastinar», que en definitiva y en castizo es lo mismo que «patápalante» y después ya veremos.
Cuando lleguemos al rio, hablaremos o pensaremos en el puente.
Julio Cesar