Escuchando se aprende mucho. Leyendo también. Este domingo, mientras paseaba con mi familia por la montaña, hablábamos de temas interesantes, como siempre. Mi hermana preguntó por qué las personas se dan la mano derecha para saludarse. Le respondí que la tradición viene de la época romana. Era una forma de no perder la vida (en teoría). Al darse la mano, se suponía que no empuñabas un arma ni la llevabas escondida en la manga. Claro que, si eras «esquerrà» o zurdo, igual la cosa se complicaba un poco.
Lo que no sabía es por qué los ingleses conducen por la izquierda y el resto del mundo por la derecha. Siempre había pensado que los ingleses eran un poco raros, snobs, «los diferentes», porque lo hacían al revés que nosotros y este domingo vi la luz. Los raros somos el resto. Nos creemos el centro del mundo al no respetar las tradiciones.
Resulta que —corregidme si me equivoco— antiguamente, los caballeros, los jinetes, circulaban por la izquierda del camino porque, en caso de sufrir un ataque (y no cardiaco), podían desenfundar su espada o utensilio de hacer pupa, con la derecha. Así, en caso necesario, le podían asestar un sablazo / porrazo al que venía por su derecha. Claro que el contrario podía hacer la misma operación y el altercado quedaba en tablas.
Los ingleses, a lo largo de los años, han mantenido el mismo sistema. Claro que ahora no sacarán la espada, pero igual por su boca salen palabras cortantes, incongruentes, elementos viscosos arrojadizos, como material orgánico. Ya sé que circulando por la derecha, como en el resto de países, también se pueden soltar todo tipo de letanías, arrojos y otras hierbas, pero me parece mucho más acertado el sistema inglés. Esa postura tan arraigada por proteger sus tradiciones.
Aunque solo sea para experimentar diferentes sensaciones, a partir de ahora probaré dos cosas cuando circule con mi moto. Llevaré mi espada láser en el cinto, a la derecha, por si he de utilizarla contra algún malvado y circularé algunas veces por la izquierda. Y luego me podréis decir «el diferente, el rarito»…