El piano es un deporte de invierno

Después de la noticia que le dieron a Lucas a finales del año pasado, decidió reactivar las clases de piano. Hacía más de treinta años que no estudiaba nada.

Con tantas mudanzas a sus espaldas (ocho en total), no se acordaba dónde había guardado las partituras.

Tenía que haber enumerado las cajas. Así lo hace la gente normal.

En la caja A, metería los álbumes de fotos. En la B, las boinas. En la G, los guantes y, supuestamente, en la P, las partituras, pero no. Las partituras no estaban en la P. Allí solo tenía los plumones de la cama y el de esquiar que, por cierto, lo compró cuando cumplió 15 años. En octubre, hará 62 otoños, si no pasa nada.

—Miraré en la caja R, de recuerdos. Coño, aquí tampoco están…

Se pasó una semana abriendo y cerrando cajas. Por suerte, esto ocurría en el mes de diciembre. Si hubiese hecho el calor del verano, lo habría enviado todo a la mierda.

Por fin dio con la maldita caja. Las partituras estaban en la Pdi. ¡En la Pdi! Y eso, ¿por qué?

Ayer, su primo Larry, hizo un comentario divertido. —¿Te acuerdas cuando guardabas las cosas de valor en cajas de cartón? ¿Recuerdas que usabas un código surrealista, escribiendo en rotulador negro la palabra que te daba la gana? ¿Recuerdas que te dije? Dentro de unos años te olvidarás. Utiliza palabras que tengan algo que ver con lo que guardas…—. Ni caso.

El primo Larry le refrescó la memoria. Suerte de la capacidad que tiene para organizar en su mente eventos con fechas, palabras con hechos. Gracias al primo Larry, Lucas encontró en la caja Pdi las partituras.

¿Qué significan estas letras, te preguntarás? Muy sencillo; se trata de una frase que le dijo el primo Larry hace tiempo y que, evidentemente, Lucas no se iba a acordar en la vida. «El piano es un deporte de invierno».

Desde entonces, las partituras descansan en una estantería que Lucas puso encima del piano. Una tabla de melamina con dos ángulos simples.

Ya que la estantería es lo bastante grande como para poner más cosas, colocó el reloj. Así controla el tiempo que invierte estudiando.

Mañana, si no hace mucho calor, se pondrá con los ejercicios de Microcosmos, de Bela Bartok.

1 comentario en “El piano es un deporte de invierno”

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