Ya va faltando sitio

Recuerdo un eslogan de IKEA que decía algo así como «donde caben dos, caben tres», pero siguiendo la progresión, ¿podríamos afirmar que donde caben tres, caben cuatro? La respuesta más obvia sería, en todo caso, «depende». ¿De qué depende? Sin ir más lejos, de lo que queramos meter en ese lugar.

No es lo mismo guardar tres o cuatro cajas de embalaje que montar una nueva habitación. No es igual hacer sitio en el garaje porque te has comprado tres bicicletas, que comprar una mesa más grande porque en breve necesitarás más espacio.

Hasta ahora, cabían perfectamente tres en un espacio razonablemente cómodo. No es un palacio, pero se las apañaban muy bien. Cada individuo procuraba tener su espacio lo más despejado posible. Ordenado a su manera, todo hay que decirlo. No se chocaban; no se molestaban; no invadían el terreno del otro. Además, están acostumbrados a moverse por esas tierras en un vehículo-casa que es mucho más pequeño y hasta ahora no ha pasado nada.

Tres humanos comparten la misma superficie, la misma sala, el mismo baño, la misma cocina, la misma terraza, el mismo pasillo. Dos de los humanos comparten, incluso, la misma cama. El otro humano tiene su espacio privado, su pequeño mundo.

¿Qué pasará cuando sean cuatro? No falta tanto y deberían plantearse muy en serio cómo extender sus dominios. ¿Podrían invadir otro territorio, conquistarlo?

Al principio se lo podrán combinar, ya que el cuarto humano ocupará poca superficie y lo podrán instalar en cualquier rincón. ¡Ah!, y cuando se expanda en tamaño, entonces, ¿cómo se lo montarán? ¿Se crearán disputas territoriales? Seguramente esto no llegará a pasar nunca. Son gente de bien.

Cabría la posibilidad de arrebatarle un trozo de territorio al que ya lleva casi siete años instalado en la república de su casa. Es bastante probable que este individuo cediera parte de sus tierras, pero lo ideal sería que el nuevo tuviese su propio huerto.

A partir de un momento determinado, ¿se tendrán que plantear ampliar los espacios? Ya veremos qué pasará entonces. De momento, los tres humanos comparten las mismas cosas, de forma equilibrada, sin discusiones, en armonía.

¿Se podría pactar un armisticio con el humano de mediana altura en caso de que se hubiera producido una invasión a gran escala y a cambio ofrecerle algunas prebendas?

Se me ha ido la castaña directamente. Todo eso no ocurrirá porque en ese corpúsculo reina la armonía por encima de todo.

Hasta octubre es mejor no especular.

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