Tal como pronosticaron los espíritus de la noche, Lucas vuelve a estar de baja. Esta situación es bastante desagradable, más si a este tipo no le mola estar de brazos cruzados.
Parece que lo haya hecho a propósito esto de que las bajas caigan en martes y no en otro día de la semana. ¿Por qué ha vuelto a coincidir el día y con un número descendente? Te prometo que todo es obra del azar.
Su doctora de cabecera lo pseudo amenazó con la frase «te doy la baja hasta el próximo martes, pero has de activar la visita de prevención laboral». Como si Lucas tuviera el poder de exigir esa visita. No depende de él. En todo caso, es gerencia la que ha de poner en marcha el protocolo para que el muchacho sea visitado por el departamento.
¿Lo conseguirá? Tal como lo intuyo, diría que no. A estos de gerencia no parece que les mole mucho las presiones por parte de algún operario. Creo que no, pero igual nos equivocamos y tenemos una agradable sorpresa. No se pueden juzgar las decisiones ajenas si no estamos en sus zapatos. Mientras tanto habrá que esperar para saber por dónde suena la flauta.
El próximo martes ocurrirán dos cosas importantes. Lucas ha de recibir la llamada del servicio de anestesia para la intervención quirúrgica que tendrá lugar en breve y además, coincidiendo con la misma hora, la visita con su doctora de cabecera para valorar la baja.
Esto es un sin vivir. No le da tiempo de una cosa, que ya le ha surgido otra.
Estos días hemos bajado el ritmo de relatos porque el pobre no tiene tiempo de pasarme información. Además, yo estoy pendiente de que vengan los del seguro a valorar el alcance de la pecera que tenemos en el techo de la cocina.
De momento, esto es todo lo que hay.
Si por aquellas casualidades Lucas me pasara info de última hora, lo verás reflejado en el tablón luminoso. Si la luz está en rojo significa que no tenemos nada que contarte. En cambio, si está en verde, te invitamos a leer sus (nuestras) barbaridades.
Ahora te dejo. Me ha parecido escuchar un ruido extraño en el techo de la cocina. Lo tenemos apuntalado para que no caiga algún trozo de yeso encima del guiso. La semana pasada comimos arroz a la cubana con unas partículas extrañas de color verde que pudimos rescatar casi en su totalidad.
Ahora que lo pienso, tampoco salió tan malo el arroz.
¡Ay el Lucas! Ya nos irás contando como se va arreglando todo.