Parece mentira lo rápido que pasan los días. La semana pasada, hace siete días, compré en el mini mercado que ponen en la plaça l’Hotel (es el nombre popular de la plaça Anselm Clavé), 300 gr de olivas que pican. Y pican de verdad porque, una vez han pasado por la garganta, te quedas como anestesiado.
Siete días atrás cenaba con unos amigos de mi hermana mayor, en una especie de bistró, en el pueblo, @lombradunsifo, que os lo recomiendo. Es un lugar fantástico. Muy buen trato. Los propietarios son excelentes personas y los platos, aún no teniendo gran variedad, son buenísimos.
En el bistró también comí olivas pero esta vez normalitas. No te dejaban la garganta como una chimenea de volcán.
Mañana toca mercado. También habrá olivas que pican de verdad. Seguramente bajaré a comprarlas. Me gusta mucho.
Ahora cierro máquinas porque me espera una lectura interesante: Mientras escribo, de Stephen King y por qué no, unas olivas.