Para evitar confusiones, la frase correcta sería: Somos los tres cuñados, que no tiene nada tiene que ver con los tres tenores. Me atrevería a decir que nada de nada, pero nunca se saben los secretos que esconden los famosos.
La única coincidencia es que somos tres hombres. Cantamos si hace frío y compartimos un deporte común: el esquí alpino. Y digo alpino todo junto porque conocemos gente que lo hace al pino y se escalabra.
Si no hay toque de queda o confinamiento total, en febrero, como cada año, nos toca semana blanca. Esta vez y creo que ya para los restos, en Catalunya. Antes íbamos a Andorra, el país dels Pirineus, pero desde la última temporada ya no nos convence ni el servicio ni las prestaciones.
Este año le toca el turno a La Masella. Estación correcta en medida, cercana, familiar y sobre todo, en territorio catalán. Así no tendremos ningún susto con los datos móviles, como pasa en Andorra.
Una semana para disfrutar del polvo blanco y no entendáis lo que os de la gana. He dicho polvo blanco y no me refería a la coca.
Hace un montón de años (1980) que empezamos a esquiar juntos. Al principio sólo éramos amigos. Con los años, nos hemos convertido en cuñados y seguimos esquiando juntos.
Eso si, a Andorra ni a por queso.
El año pasado mis compis, se estrenaron con el forfait de temporada (un día de esquí). Los jueves. Yo, me añadí más tarde. Trabajaba en el turno de noche y creí que era un poco salvaje llegar a casa a las 04:30 a.m. y levantarme a las 06:00 a.m. para ir a esquiar. Descubrí que en el coche se duerme de p.m. y me apunté al resto de los días hasta que, desgraciadamente, el 12 de marzo, cerraron la estación por —perdonad mi lenguaje— el puto covid.
Hasta el 30 de noviembre teníamos tiempo para comprar, con descuento, el forfait de la nueva y extraña temporada de nieve. Estamos a la espera de que inauguren la estación. Los esquís encerados, el material preparado. Las piernas a punto. Sólo falta lo más importante: que abran la estación.
Mientras nuestros cuerpos serranos puedan aguantar esta fórmula de esquí, lo haremos. Nuestras edades son: 61, 59 y 56 añitos. Ahí andamos. Al menos, los tenores son más viejetes, pero también son tres, como nosotros.