Cuando algo no es tuyo y además, solo tienes el nivel de educación y urbanidad suficientes para pasar el día, qué poco te cuesta estropear lo que no te pertenece. Qué rápido te creces ante otros de tu mismo nivel o con pocas luces, que ya es decir, cuando vas a perpetrar un incendio o vandalismo. Si lo piensas con detenimiento (que lo dudo), seguro que te queda grande.
Que esa mano llena de dedos y uñas, únicamente la uses para destrozar un bien común, en vez de usarla para sacarle provecho, me da mucho que pensar.
O bien en tu casa no saben en qué inviertes tus horas de ocio, o son tan cómplices como tú.
Si es lo primero, qué pena me dan tus padres o tutores.
Si es lo segundo, ¿no crees que deberías compartir con ellos la carga de los gastos a medias? Sería lo justo. ¿No te parece?