El artículo 24 de la Ley de Protección Animal prohíbe dejarlos solos dentro de vehículos cerrados, expuestos a condiciones térmicas… que puedan poner su vida en peligro.
En el artículo 67 se recoge que es obligatorio que el vehículo disponga de sistemas de climatización adecuados que aseguren el bienestar de nuestra mascota en todo momento.
El artículo 337 del Código Penal dice que se castiga al que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente… a un animal doméstico o amansado.
Todo eso está muy bien, pero ¿qué pasa cuando el/la propietario/a de la mascota no lo deja encerrado en el coche? También deberían existir multas civiles que se pudieran aplicar en el acto cuando los maltratan en la vía pública.
En los Estados Unidos, un transeúnte puede multar a un policía si este ha cometido alguna falta. Y esas multas tienen validez. ¿Aquí ocurre lo mismo? ¿Podría una persona anónima multar directamente a alguien que maltrata a su mascota y que esa sanción tuviera la misma validez que si la hubiese extendido un funcionario del orden?
La mayor parte de las personas más cercanas a mí son amantes de sus peludos y, por lo tanto, amantes en general de todos los bichos. Siempre existirán excepciones. Te podrán encantar los perros, pero no los mosquitos o las avispas asesinas. Es normal, pero en todo caso, los que aman a los animales no suelen destruir su entorno natural.
No tengo perro, pero sí dos gatos que viven a cuerpo de rey. Los cuido, los protejo y estoy pendiente de su supervivencia. Cuando circulo por la vida procuro andar con mucho cuidado. Los animales no entienden de tráfico rodado. No saben si un semáforo está en rojo o en verde. De hecho, no saben qué es un semáforo. De igual forma, tampoco saben qué es una carretera o una autovía.
Si en alguna ocasión me encuentro un animal muerto por atropello en la carretera, si no peligra mi persona, detengo el vehículo, pongo los warnings (cuatro intermitentes) y, en la mayoría de los casos, no me espero a que llegue el juez; retiro al finado y lo dejo en un lugar menos transitado para que no lo acaben de chafar. Si es completamente imposible hacer esta operación, sigo mi camino con el cabreo monumental que me coge. No lo puedo remediar. Lo llevo grabado en el ADN familiar.
Ya sé que es muy difícil que todos respetemos por igual a nuestro entorno, a nuestra gente, a nuestros bichos y sobre todo, a nuestra casa (la Tierra) que es el lugar en el que vivimos. Cada vez la situación está peor; todo está patas arriba.
Aunque seamos pocos los que defendemos la naturaleza, intentemos darle la vuelta; la suma de pequeñas vueltas hará que se produzca una gran vuelta. Todo depende de las ganas.
El 18 de marzo es el Día de los árboles. Recordemos que ellos están en peor situación que nuestras mascotas y son muchísimo más importantes de lo que creemos. Son nuestra salvación para un mundo mejor. Ahí lo dejo.
A ver si nos vamos haciendo más conscientes y nos conectamos mas al corazón, seríamos mas cuidadosos con el planeta y los seres que lo habitan.