¡Por dios! Menos el lunes y el domingo, curras en esa franja horaria, el resto de la semana y el miércoles también. Una introducción sin pies ni cabeza, como de costumbre.
¿Qué diantres querrás decir con el título que has escrito?, tal vez te preguntes por lo «bajini». Tal como lo pienso, lo escribo. Así de sencillo. Sin preámbulos.
Todos los jueves de la temporada que, esperemos, se inicie pronto, el despertador sonará a las 6:05 de la madrugada. Muchos humanos se levantarán para ir a currar. Otros, se acostarán porque vienen de farra, teniendo en cuenta que los jueves son los nuevos viernes. Tres en concreto que yo me sé, se levantarán más o menos a esa hora para enfundarse en el traje de nieve. Uno de los tres dormirá, por si acaso, en el sofá, más que nada por si se duerme al no haber oído el despertador.
A las 7:00 quedarán, como han venido haciendo varias temporadas atrás, en el punto de encuentro. Buenos días, compañeros. ¿Qué tal, todo bien?, aparte de algún que otro abrazo. —¿En qué coche subimos esta vez? Pregunta indispensable para que, a uno de los componentes, le sea más fácil librarse de las rampas de marras que acostumbra a padecer en casi todas las salidas a la nieve.
La culpa no es de la baja forma. No señor. El problema son los putos zapatos que utiliza en el curro. Feos pero incómodos y pesados como seis kilos de plomo. El resultado se traduce en una mala postura al caminar, lo que provoca unas rampas del quince.
Lo cierto es que sarna con gusto no pica, ni aquí ni en Pernambuco. Ya lo decía mi madre y… cuánta razón tenía. —No, hombre, no. Lo de Pernambuco, no. Lo de la sarna. ¿Es que se te ha de explicar todo? ¡Qué barbaridad!
Si no pasa nada extraño, a partir de la semana que viene, si todos los astros se han alineado bien, supuestamente iniciaremos nuestro deporte favorito. El de levantarnos pronto para subir a la nieve y comprobar que no todo fue un sueño y tal vez, con un poco (bastante) de suerte, tengamos nieve por un tubo, aunque sean tubos como los que usan para generar nieve artificial.