Ya han transcurrido dos semanas desde que inició el nuevo servicio y sigue con vida. Eso es una buena señal. Como un campeón, aguanta la pateada que efectúa cada noche durante cinco horas.
Calle arriba, calle abajo, él y su compañero se dedican a recoger todos los cubos que encuentran a su paso. Miércoles, viernes y domingo, orgánica y envases. Lunes, cartón y basura. Y, por último, los martes, vidrio. A eso hay que sumarle las bolsas de textil sanitario que más de un vecino deja frente a su casa.
Los jueves se dedican a otra cosa y los sábados, por suerte, libran. Si no, ya se habrían muerto, teniendo en cuenta que el más joven de los tres tiene sesenta tacos.
Hecha la ley, hecha la trampa.
Más de un vecino avispado les quiere colar gato por liebre. Tener permiso del consistorio para colocar una etiqueta con el título Textil sanitario en una bolsa cualquiera y meter restos de pañales, vendas, toallitas, palitos de las orejas, tierra de gatos u otro animal que la requiera, no le da derecho a engañar a nuestros operarios. Lucas y su compi se han dado cuenta de que también meten en esa bolsa botellas de plástico, latas de bebida, platos y otras mierdas. Quizás más de un vecino cree que son imbéciles y arrasarán con todo, pero no.
Gracias a que son bastante perspicaces, Lucas and Cía., al asir las bolsas y levantarlas en volandas (las que pueden), pueden escuchar cómo resuena una botella de plástico o una lata y, automáticamente, la dejan en el suelo, avisan al conductor para que se espere un momento y del bolsillo derecho del pantalón de trabajo sacan la etiqueta y el rotulador que utilizarán para dejarle una notita «con mucho amor» al propietario del regalito.
Ayer mismo, ocurrió en tres ocasiones y la más flagrante de todas fue una bolsa negra, formato saco, en la que había de todo menos restos de textil sanitario. El vecino cree que tiene licencia para tirar, pero el equipo de recogida tiene poder para valorar si esa bolsa se queda o se va con ellos.
A ver qué les deparará la noche del miércoles. Muchos cubos, muchas doblega duras de lumbares y a sudar como pollos.
Y el jueves se dedicarán a otras cosas.
oooooole para ese Lucas «el más joven » dice hahaashhhhahahahaha. lo dicho OOOOLR