Si tuviéramos la oportunidad de volver al pasado y cambiar algunos aspectos de nuestra vida que no nos gustaron, que no los solucionamos como era de esperar, o que no eran como creíamos, ¿haríamos esos cambios?
Los acontecimientos que se desarrollan a medida que tomamos una opción u otra, van cambiando nuestro territorio. Si pensamos en A y hacemos B, todos los actores que intervienen en ese territorio serán diferentes que si pensamos en C y hacemos D.
Voy a poner un ejemplo personal.
1988. Mi amigo Tony me dice que si quiero ir con él a entregar un encargo a Esplugas de Llobregat, a un parvulario. Como no tenía nada que hacer, le digo que sí. Mi amigo Tony era joyero.
Subimos a las motos y nos vamos para allá. Tony habla con su cliente y mientras yo, pululo por el parvulario. Me encuentro con una persona disfrazada de payaso. Me hace gracia. Quizás demasiada.
Mi amigo y yo nos marchamos.
Me quedé prendado de la payasa. Investigo cómo conseguir un encuentro. Tenemos una cita. Nos casamos en 1990 y nos divorciamos en 2006.
Entre esos años pasan muchas cosas. Buenas, malas. Se cruzan en mi vida muchas personas, historias, vivencias.
Si no hubiera quedado con mi amigo Tony, probablemente no hubiera ido a Esplugas. No se me había perdido nada allí. No hubieran aparecido en esos 18 años todas las personas que conocí. Igual sí pero en otros contextos.
Habría valido la pena tomar el camino de C y D, en vez del de A y B como hice?
No lo sabré nunca.
Estas películas que veo sobre máquinas del tiempo en el que sus protagonistas pueden ir tantas veces como quieran al pasado, cambiar lo que no les gusta y volver al presente, son bastante inverosímiles. Aunque, de todas formas, siempre me ha picado la curiosidad por saber qué hubiera pasado de no tomar ese camino.
Actualmente, a estas alturas de mi vida, me dejo llevar. Que pase lo que pase.
Voy a poner otro ejemplo personal.
2020. Junio. Me apunté a un training relacionado con los negocios digitales. Me pareció super interesante. Me apunté. El curso tiene una duración de 12 meses. Por lo tanto, acaba, en teoría este próximo julio.
En el transcurso del mismo, vi otros trainings super interesantes. El primero de Roberto Gamboa. Después, el de Angel Alegre. Maider Tomasena. De Javi Pastor y el último, de Romuald Fons.
Si no me hubiese apuntado al primer training, el de julio, ¿habría dado con estos personajes? Nunca lo sabremos. Lo cierto es que me apunté a otros cursos. El de Maider, de Angel y ahora estoy liado con el de Romuald. Y si no me hubiese apuntado al primero, aún tendría pasta en la cuenta. Eso lo puedo asegurar.
Espero que esos cambios constantes que hago de A, B, C y D, sirvan para que, en un momento dado, nos encontremos todos juntos fabricando un nuevo territorio lleno de oportunidades.
Podría escribir muchas más anécdotas de esas que te hacen pensar si estuvieron acertadas o no, pero seguramente necesitaría muchas horas y ahora no es el momento. Quizás escoja la E para ir a F.