En enero de 2023, Lucas, Richy y Diego, fueron a esquiar. Era su semana blanca. Seis días desconectados de sus quehaceres cotidianos para disfrutar de su droga blanca, la nieve.
Como todos los años, el día anterior a su partida, se reunían para hacer la lista de la compra. Antes de salir de casa, llevarían lo más voluminoso; jabón de los platos, del cuerpo, las primeras cajas de cerveza, latas de esto o de aquello, etc. Tampoco hay que cargar tanto porque supermercados y gasolineras hay por todas partes.
En las cercanías del apartamento de nieve siempre puedes encontrarte con la tienda de barrio y, encima, los productos serán, con toda probabilidad, de proximidad.
Este año, Richy ha fallado. Tenía mucho trabajo y al ser autónomo, no se podía permitir demasiadas ausencias. Así que Lucas y Diego tendrán un apartamento de tres para ellos dos.
El año pasado, Diego y Lucas, fueron al súper de su pueblo a comprar parte de la lista que habían hecho. Entre los productos que tenían en el carrito, estaba el jabón de los platos, Fairy concentrado de 450 ml. Ayer, 23 de enero de 2024, caía la última gota del jabón en la esponja que usa para lavarlos en la pica de los años sesenta. Es decir, 380 días después de su compra.
Solo los necios negarán que Fairy dura poco. Los necios y la competencia directa del producto, por supuesto.
Lucas no puede vivir sin su limpia vajillas preferido. Ha probado otros como Mistol, Somat, Finish, incluso Ajax, pero ninguno de ellos le ha durado tanto como Fairy. Incluso a veces, pensaba en tirarlo a la basura porque no había manera de que se acabara, pero al final de la jornada, agradecía no haberlo hecho.
380 días con sus noches, le ha durado la botella de 450 mililitros.
Ayer, inauguraba la botella de 900 ml. Haciendo una simple regla de tres, nos da un resultado nada despreciable de 760 días. Vamos, que durará más que él mismo. Dos años con la misma botella de jabón.
¿Cuántas comidas y cenas, reuniones de amigos, veladas agradables, desayunos rápidos, tazas de café a medio acabar por falta de tiempo, cazuelas con Vichisoise, gazpacho o un asado podrá limpiar? ¿Cuántas tertulias que se trasladarán del comedor a la cocina mientras algún humano sumerja las manos en una cubeta y se disponga a lavar los platos?
Como todo en la vida, quedan cosas por hacer, incluso limpiar los platos con toda la cubertería y alguna que otra fuente de ensalada que solo se saca del fondo del armario para alguna celebración divertida.
Lucas se pondrá los guantes de goma, llenará una palangana con agua tibia y un chorrito de Fairy, mientras limpia los platos. Escuchará tranquilamente alguna pieza de Satie y procurará que no se le resbale la porcelana china que le regaló su tatarabuela Conchita.