¿En verdad, sirve para algo? Supongo que sí, pero no las tengo todas conmigo.
Cada vehículo tiene su período. No soy dueño de un coche, por lo que no tengo ni idea de cada cuánto toca la revisión. En las motos es cada dos años.
Tengo una moto. Hoy es el día. A las 12 p.m. La hora te la dan como cuando vas al médico. Nunca te atienden a la hora que te dieron, pero esta vez me voy a callar. He pasado a las 12:35 p.m.
—Adelante. Pasa.
—Sigue la línea roja.
Imagina, por un momento, que eres daltónico. Tienes el carnet de conducir desde hace años y sabes, perfectamente, la posición de las luces del semáforo, pero no distingues el color rojo.
No es mi caso, por suerte. Mientras estaba esperando mi turno en la cola, he tenido ese pensamiento y aquí estoy, liado, escribiendo este disparate.
Si eres un tipo que se preocupa por su vehículo, que todo esté en perfecto estado, que las partes eléctricas funcionen correctamente, que los neumáticos estén como deben estar y no se parezcan a unos slicks, entonces, no le veo mucha utilidad a la ITV, aparte de ser un sacacuartos, como decía mi madre.
No miran el nivel de aceite, ni la presión. Tampoco miran si llevamos las herramientas reglamentarias, el triángulo o el gadget que ahora se lleve, que tampoco sé cuál es. No comprueban si llevas encima el adhesivo de la ZBE.
Si estás en el lado oscuro, es decir, a los que les importa un pito como esté su medio de transporte, entonces, la ITV no solo es obligatoria; es además necesaria.
Creo que a las latas, además de coincidir con los mismos puntos de revisión que con las motos, también comprueban si los cinturones de seguridad funcionan correctamente, pero claro, en parado. Ante una santa hostia, ¿funcionarán igual?
La moto ha pasado la revisión con un 10. Faltaría más. Hasta junio de 2024 no me verán el pelo. Quizás yo tampoco tenga tiempo de verlo. Dos años. Bufff. ¡¡¡En dos años pueden pasar tantas cosas!!!
Mientras guardaba los papeles en la funda, colocándome bien los guantes y abrochando el casco y la chaqueta con protecciones, he pensado que para junio del 2024 igual vamos todos con vehículos eléctricos del señor Elon Reeve Musk. Ya veremos.
De momento, seguiremos sufriendo por las continuas subidas del combustible que, a este paso, no sé cómo nos lo vamos a montar.