¡Manda huevos!
¡Pues no va el tipo y te dice que has engordado!
El tipo en cuestión, tiene un barrigón que parece estar embarazado de nueve meses, a punto de explotar.
Qué manías tienen los barrigudos cuando se dirigen a uno con una barriguita normal. ¿Acaso es pura envidia o realmente no se dan cuenta de la pregunta que acaban de formular?
No lo entiendo por más que lo analice.
No quiero ser grosero, pero ¿a santo de qué hacen esas preguntas tan surrealistas?
En fin. Supongo que no hay que invertir mucho tiempo en este tipo de cuestiones. ¿O, tal vez sí?
Me gustaría saber qué baremo se utiliza para calcular la gordura de un humano, comparándola con otro que es sustancialmente más ancho.
Por ejemplo, pongamos un caso hipotético, Mario mide aproximadamente un metro sesenta y cinco y pesa alrededor de noventa y cinco kilos, casi todos concentrados en el abdomen. Lucas mide un metro setenta y cinco y, actualmente, pesa ochenta y tres kilos.
Nunca se me dieron bien las reglas de tres, las proporciones y menos aun el significado de los números, pero algo en esas cifras denota alguna diferencia importante.
Lucas hace deporte con frecuencia, camina unos catorce kilómetros cada noche y se considera bastante ágil.
¿Podemos pensar que Mario está en las mismas condiciones? Diría que no. Alguna vez han hablado de vida saludable y la suya, concretamente, está en las antípodas de la de Lucas.
De todas maneras, cada uno hace de su vida lo que quiere o lo que puede, pero siempre me ha sorprendido esa facilidad con la que catalogan a uno, cuando el otro no es precisamente un Adonis.
¿Cómo se le podría decir a un gordi que prácticamente se levanta de la cama por los dos lados a la vez que, antes de dictar sentencia contra otro humano que no cumple sus cánones, valore la frase antes de pronunciarla?
No creo que se le haya ocurrido hacerse esa auto pregunta. Probablemente, por razones que no me entran en la cabeza, nunca hará esa reflexión… y hablando de flexiones, me apuesto un billete de cien euros a que Mario no hace cinco seguidas. Ya no me arriesgo a que haga diez, solo cinco.
Seguro que me dirá que no puede porque el médico le aconsejó no hacer más esfuerzos que los necesarios, como por ejemplo, levantarse de la cama por un solo lado y no por los dos como venía haciendo últimamente.
Lo que Mario diga, a Lucas le tendría que importar «un pebrot» o un solomillo de kilo.