¿En qué momento una pieza de ropa, por ejemplo, tu camiseta favorita, un polar o los famosos jerséis de cuello alto de cisne, pierden su identidad para convertirse en un pijama, en una camita para tu mascota o en un trapo del polvo?
¿Existe alguna tabla internacional, en Excel, que contenga, en sus columnas: fecha de compra, utilización, número de lavados y desgaste, los datos necesarios para saber cuándo la prenda pasará a una segunda función?
Tienes una camiseta que compraste hace tres años en un chiringuito, una tarde que deambulabas por las playas de Itapúa, tomando una cachaza y escuchando a Vinicius, acompañado de la guitarra de Toquinho. Ese típico paseo que realiza la mayor parte de los humanos que, en verano, no saben por dónde moverse y les da a todos por ir a Brasil.
Ves la camiseta. Te fijas dos veces en el estampado. Te llama profundamente la atención la frase que reza en el dorso «Tarde em Itapúa tomando una cachaza, si… con Vinicius i Toquinho». —¡Ostras! Si lo llego a saber, podría haber escuchado a Tom Jones, «It’s not unusual». Igual habría encontrado un polar con ese texto. En fin. Lo dejaré para cuando pasee sin rumbo fijo por cualquier calle de Londres.
Ya han pasado tres años de la compra de aquella camiseta tan chula. Te trae un montón de recuerdos. Justo aquella tarde, paseabas con los dedos entrelazados de la mano izquierda con aquella garota de Ipanema tan espectacular, que conociste dos años antes en los Encantes de Barcelona, en la cafetería del tercer piso… ¡Cómo pasa el tiempo!
Consultas la tercera columna de la tabla internacional para desechos de piezas de ropa. Te quedas pasmao. Sí. Acabas de leer: si la camiseta tiene tres años de antigüedad y la compraste en alguno de estos lugares: en una playa de Brasil, en una parada de los Encantes de Barcelona o por internet a través de AliExpress, puedes usarla, a partir de mañana, como trapo para sacar el polvo. De esta forma tendrás dos pensamientos que te alegrarán el día.
Prefieres no rebanarte los sesos pensando qué dos pensamientos te alegrarán el día, ya que en menos de veinticuatro horas te desharás de una prenda que te trajo muchos recuerdos y muchos po… Ups. Estamos en franja horaria juvenil.
Mañana consultaré cuándo caduca aquel sombrero de copa que compré en Nueva Zelanda, la última vez que fui a ver un partido de rugby, como hacen casi todos los humanos cuando quieren ver en directo un partido de ese deporte tan rarito.
Divertidísimo relato