Doscientas palabras

Por experimentar y divertirse, que no quede.

Lucas, Andreu y desde el sábado pasado, Catherine, se metieron en un nuevo proyecto que corre sobre la plataforma de Tumblr y que consiste en redactar, bajo un mismo título, con el estilo particular de cada uno, lo que les venga en gana.

Pueden hacerlo de la manera que más rabia les dé. Escribirlo en prosa o en rima asonante, en cursiva o en negrita, del derecho o del revés, pero con la condición casi exclusiva, de no sobrepasar las doscientas palabras. Diez por ciento arriba o abajo, pero sin que se les vayan demasiado las falanges.

El reto es interesante, comentó Catherine. Dijo que no sabía si estaría a la altura. Lucas y Andreu creen que irá sobrada ya que es una buena comunicadora.

Ahora solo falta ver y leer sus pensamientos. Tendremos que esperar porque está calentando motores y nos comentó que se apuntaría a la cola de los próximos relatos.

Quizás te parezcan muchas, tal vez pocas, pero doscientas palabras dan para mucho. Es como si trabajaras como columnista en un periódico. Sabes perfectamente que no te puedes pasar de una medida concreta y como lo hagas, el jefe de redacción cogerá tu texto y lo enviará a la papelera, aunque hayas escrito una obra maestra.

Los columnistas son unos tipos expertos en escribir, con las palabras mejor escogidas, unos relatos que te pueden dejar con la boca abierta o con la lengua colgando. Dependerá de su experiencia y su sexapil para atraer toda tu atención.

Evidentemente, no llueve a gusto de todos y alguno de los redactores que Lucas, Andreu y, desde este sábado pasado, Catherine, siguen, no gustan por igual.

Es como contemplar una obra de arte. Te puede conmover o no. La contemplas un rato con ojos críticos o simplemente con mirada curiosa. Te irás a la próxima obra o directamente a la cafetería de la galería de arte porque tu cuerpo no acepta más información.

Te tomas un café, una cerveza o un vichy, comentas lo que has visto con tus colegas o con un extraño, si es que viniste solo, y para casa.

Mañana será otro día y tal vez te dé por relatar las impresiones que te generó haber presenciado la colección X de la galería de arte. Eso sí, recuerda que no podrás pasar de doscientas palabras.

1 comentario en “Doscientas palabras”

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