Cuaderno de bitácora

Fecha estelar tres punto cinco punto veinticuatro, 12:30 pm hora Zulú.

La comandante nos da la bienvenida a bordo de la nave.

Por megafonía anuncian la inminente salida del vuelo rumbo a la constelación del Cinturón de Helenios.

En los paneles informativos de las rampas de despegue anuncian la hora de embarque.

La comandante informa que el tiempo estimado del viaje es de noventa y cuatro días.

—Es una mañana que se presenta agradable con viento en cola de cuatro nudos—, Informan desde el puente de mando.

Helena, la comandante en jefe, lleva a sus espaldas infinidad de vuelos estelares. Así que no hay por qué preocuparse.

A través de los altavoces repartidos por la nave, una voz agradable, diría que de mujer, informa de la luz naranja situada encima de la cabeza. Hasta que no se apague, no podrán abandonar sus respectivos asientos.

—Relájense y disfruten del viaje.

Así empezaba su odisea.

La comandante explicaba, con todo lujo de detalles, las normas del proyecto.

Frases tan positivas como «si quieres, puedes», «despacio en el espacio», «quien la persigue, la consigue», aparecían cada mañana en el panel informativo situado cerca de jardín biónico de la planta cero.

No se apreciaba la sensación de ingravidez. No había restricciones ni prohibiciones de cualquier índole.

Como en todo viaje estelar, acostumbrarse a la gravedad cero, requería de un período de adaptación. Un sol y una luna artificial simulaban los días en la Tierra. —Todo a su tiempo, —repetía la comandante Helen.

La alimentación era muy variada. No había límites, pero tampoco se trataba de acabar con la despensa.

—Agua, mucha agua. —Repetía sin cesar Helen, como le gustaba que la llamasen.

En el espacio no todo va despacio.

—¿Ya sabéis cuál es vuestro objetivo? —Preguntó otra vez.

En el caso de Lucas, este quería entrar dignamente en el traje espacial sin dejar de respirar.

Han pasado muchas aventuras a bordo del Voyager Graminy. Diversión, risas, situaciones surrealistas, deberes realizados y sobre todo con la mayoría de objetivos cumplidos.

Quedan algunos puntos por alcanzar, pero todo se andará.

El viaje ha sido muy agradable. Las indicaciones de la comandante Helen se han asimilado con mucha satisfacción y con los deberes al día.

Aunque aún faltan unas semanas para el próximo viaje a la constelación de Komics, el traje le va mucho más holgado.

Muchas gracias por el esfuerzo y nos vemos en la próxima aventura.

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