Hace poco escribía sobre Cuatro o más en una noche y dije que mas de una mente sucia pensaría mal. No quiero imaginar qué pasará por vuestras mentes con este título.
El destino es incontrolable. No podemos suponer qué nos encontraremos a la vuelta de la esquina.
Mañana martes, a las 11:30 tengo visita en el CAP. Nada preocupante. Visita de control.
Tranquilidad. Tenéis escritor de relatos para tiempo (espero).
Esta mañana he pensado que a Correos ya iría mañana, aprovechando la visita al CAP. Total, está a la vuelta de la esquina.
Pero no.
Me tomo mi café matutino. Me lavo los dientes. Abro el ordenata para ver las tareas y decido ir hoy a Correos.
«Pues que me compré un disco externo de un tera en Amazon y no funciona. Está escalabrado».
Seguí las instrucciones para devolverlo y recomiendan hacerlo lo antes posible.
Así que me visto y con el bochorno típico de principios de septiembre, me voy a Correos.
Sorpresa.
Se ha ido la luz en todo el barrio.
¿Lo sabía?
Claro que no.
Así que Correos está a oscuras.
Me ha hecho gracia el título y aquí os he dejado el mini relato.
A ver si mañana tengo más suerte y puedo decir: Correos a la luz del día.