¿Qué es un cono? Es un objeto de plástico que sirve para que prestemos atención. Supuestamente.
No todo el mundo hace caso, pero básicamente sirve para eso.
Hay un equipo de gente que está pintando en la calle esas líneas blancas, continuas o discontinuas… te colocan tres o cuatro conos para avisar de que la calle está cortada o hay dos carriles menos o cualquier excusa y listos.
Vas tan feliz por una avenida, contemplando los escaparates de las boutiques y de repente, te encuentras una valla y dos conos, advirtiéndote de que hay un agujero de un metro porque tres tipos de la compañía del agua están, desde las diez de la mañana, intentando descubrir dónde está la dichosa fuga.
Una señora con bata azul y botas de agua o zuecos blancos o azules, dependiendo de para quién trabaje, ha puesto dos conos a la salida de los lavabos del aeropuerto, porque está fregando el suelo y como se te ocurra pisar, te mete una bronca del quince.
Un tipo con uniforme lleva una furgoneta de seis metros. Si llueve, a veces, se pone la gorra.
En el interior de la furgo lleva todos los aparejos para limpiar los contenedores de basura.
No es la primera vez que se olvida de poner los conos, aunque últimamente se está acostumbrando.
Los conos generan una pared invisible que lo protegen del exterior. Y eso que está en el exterior. Pero este muro de contención le produce tranquilidad.
Algún que otro vecino se queja. Pasa lo mismo con aquél conductor que tenía prisa y se ha de esperar porque el bus tiene prioridad.
Ya ha puesto el jabón, el desinfectante y ahora toca aclarar con agua a presión.
No está preocupado por su entorno. Está a cubierto con los conos.
Se marcha a otra zona.
Por el retrovisor ve algo, allá lejos.
Coño. Me he dejado los conos.