Cerillas caducadas

Hoy se me han acabado las cerillas. He abierto la cajetilla para encender el fogón y prepararme ese delicioso café de la mañana, como casi todos los días y me he fijado en que las cerillas también caducan. En el fondo de la caja, impreso en gris, pone 12/6/2020.

Han vivido por encima de sus posibilidades. No me imaginaba que las cerillas también apuraran su existencia como hacen los yogures. Una cerilla se enciende, se usa y se tira. Prácticamente como la mayoría de las cosas que tenemos a nuestro alrededor.

Recuerdo cuando las cerillas tenían el palo o manguito hecho de un material extraño. Era como un papel encerado, creo que muy tóxico por lo que leí más tarde. Normalmente se fabricaban en color verde, de un tacto especial, que cuando se encendían, olían bastante mal. Cuando se mojaba la cera, el proceso de encendido se complicaba bastante.

La superficie de encendido era como una lija del 8, considerando, en una escala del 1 al 10, el 10 como super basto. La cabeza de la cerilla, casi siempre de color blanco, se podía desintegrar contra la lija, si no le dabas el toque correcto.

Con las cerillas de madera la situación ha cambiado. El palo o manguito acostumbran a ser de madera (se supone) y la cabeza es. la mayoría de las veces. marrón. La raspa es más delicada, como si pudieras reutilizarla para lijar muebles de nogal. Lo que ha empeorado es la resistencia del palito. Si lo frotas con demasiado ímpetu, le pasa como a los palillos o mondadientes. Se parte en dos o tres trozos. Ahora todo es más frágil. La cabeza de la cerilla no se desintegra por culpa de la lija. Lo hace porque el material es una pena y eso que la marca de las cerillas es bastante conocida: Tres Estrellas.

¿También estarán fabricadas con el sistema de obsolescencia programada? Vete a saber.

Cerillas caducadas

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