Otra vez con la monserga del cambio de hora. A finales de octubre volveremos a las andadas.
Hace algunos años informaron que dejarían de tocar los huevos con el horario y sin embargo, ya lo tenemos aquí otra vez. Creo que está programado para la noche del 26.
No estoy muy seguro de que retrasar la hora sirva para ahorrar energía. Quizás esto funcione para las empresas, pero los recibos de los inquilinos de sus casas, creo que no. Si antes encendían las lámparas a partir de las siete de la tarde, con el nuevo horario tendrán que iluminarse a partir de las cinco. Entonces, ¿dónde está el ahorro?
Evidentemente, hay casas y casas. Algunas tienen una ubicación tan privilegiada que aprovechan la luz del sol hasta las últimas consecuencias. Otras tienen tan mala suerte que para saber si hace sol, sacan por la ventana un espejo que refleje el cielo. Así podrán valorar si coger un paraguas o un parasol.
El cambio de hora se realiza de dos maneras diferentes, automática o manualmente. Por suerte, con el segundo sistema ya van quedando menos artefactos.
En las noticias aparecerá más de un banner donde indique que a las tres serán las dos. Por un lado, tendremos una hora más para dormir o trabajar y por otro, sobre las cinco de la tarde del domingo, empezaremos a hivernar, estar tristes o alicaídos.
Algunos humanos como yo tendremos que cambiar la hora en la moto y el coche de forma manual porque ya van teniendo una edad.
Cambio de hora y cambio de hábitos. Cenaremos e iremos a dormir (los de horarios normales) más pronto. Conozco a un humano que se levanta y se acuesta con el horario del sol.
A los que trabajan de noche, el cambio les importa tres pepinos.
A ver si es verdad que para el 2026 se olvidan del cambio de hora. De todas maneras, aún queda mucho para octubre del 26 y deberán pasar muchas cosas.
Tal como se van desarrollando los acontecimientos mundiales, igual no tenemos mundo o relojes para cambiar. Igual no queda nada o tal vez los malos se aburran de ser malos y todos comamos perdices alrededor de un reloj de arena que, por cierto, no necesita adelantarlo ni atrasarlo.
Simplemente diré que tiene efectos nocivos para la salud.
Estamos para despertarnos con el sol y acostarnos cuando se va. Sencillo.
Lo demás son intereses puramente económicos.