¿Y si son más de setenta?

A veces, cambiar de banco se nos hace un poco tedioso. Solo por el mero hecho de lo complicado que es o parece, más de uno pensará que lo haga su tía Remedios.

En un blog apuntas los pagos recurrentes por si la agente que te va a atender, hace las típicas preguntas.

—Si la contratas virtualmente, esa del despacho y yo, no te vamos a hacer ni puto caso.

—Si domicilias la nómina, la cuenta no te costará ni un duro. Si vas a gastar más de equiscientos euros con la tarjeta, tampoco te cobraremos comisiones. ¿Eres el único titular? Te hacen más preguntas, pero no hace falta anotarlas todas.

Una vez que te han informado de las maravillas y de las trampas entre líneas de la nueva cuenta, te explican que has de firmar, a través del móvil, una cantidad importante de documentos para tenerlo todo atado y bien atado.

—¿Me permites tu móvil? ¿Lo quieres hacer tu o te lo preparo yo?

Evidentemente, lo dejas en sus manos porque si lo vas a hacer tu, aun estarías sentado y de los nervios, enfrente de la agente de ojos bonitos.

—No hace falta que dibujes tu firma. Solo has de introducir el código que te habrá llegado al móvil. Si quieres lo anoto yo.

Por tu cabeza de pensador justiciero, pasan centenares de ideas de chorlito. Una de ellas, la de mayor peso, te hace reflexionar sobre la edad del nuevo titular.

Si todo esto que ha realizado la agente con tanta facilidad, lo ha de hacer una persona mayor que ni siquiera sabe enviar un SMS, creo que se cortaría las venas.

Por suerte, lo dejas todo en manos de la agente.

—La documentación la tienes a tu disposición en la app del banco, en la ventanita derecha, arriba, donde pone Documentación.

Originalidad no les falta.

Te comenta que la tarjeta llegará en una semana. Estás esperando fundírtela.

Ahora que pienso, tu no eres el tipo de tipo que se funde la pasta. Perdona por la expresión anterior. Me he dejado llevar.

Una vez esté todo en orden de marcha, cancelarás la cuenta del banco anterior y esperarás, por prudencia, pero sobretodo por respeto hacia tus nervios, que no te devuelvan ni un solo recibo.

Cruzaremos los dedos y confiaremos en la divina providencia.

1 comentario en “¿Y si son más de setenta?”

  1. A mi se me ponen los pelos de punta pensar en hacerme mayor y que se me haga mas marciana la tecnologia. Un sms aun me parece familiar!

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