La idea principal era que cada domingo, al menos, subiría un post para recrear los ojos y la imaginación de mis adorables lector@s.
El hecho de utilizar la arroba, nos permite incluir en una sola palabra, ambos sexos, teniendo en cuenta los tiempos que corren y sabiendo lo «pesa@s» que se han puesto en alguna escala social con esto de la inclusión.
Hace un montón de años, no se afilaba tanto la nariz y nos entendíamos igual, pero al cambiar el mundo y la sociedad, hemos de añadir, en algunos casos, demasiada información para decir lo mismo y sin embargo, en otros casos, se escribe tan abreviadamente que nos cuesta mucho entender a quién nos dirigimos.
Eso es lo que me pasa cuando intento expresar algunos pensamientos, sin querer excluir a ninguno de los sexos; a que no se sientan marginados o marginadas o, como he querido plasmar hace unas líneas, marginad@s.
Bien.
El caso es que las intenciones siempre son buenas hasta que, de repente, esos dos o tres posts que me había planteado, se convierten en uno, y estirando bastante la cuerda, en dos, a la semana.
Quiero pensar que al ser agosto, vacaciones para algunos, el ritmo baje. También podría pensar que al combinar trabajo nocturno con dormir de día y en algunos ratos libres, buscar algún momento para hacer cuatro cosas y estudiar inglés, por enésima vez, no me quede mucho más tiempo para escribir historias.
No estoy muy seguro de por qué, (why), cuándo (where) o cómo (who) y si no es who, ya lo miraré en otro momento, me ha bajado el ritmo, pero, a estas alturas del partido del partido, tampoco me importa mucho.
Han ocurrido en muy pocas semanas, en muy pocos días, acontecimientos de mucho peso que me han regirat (regirado, quizás), el cuerpo, el alma y la mente.
Aún así, me debo a mis adorables lector@s y con toda mi buena intención, buscaré rinconcitos para seguir escribiendo.
Eso sí, no pienso prometerlo.
Como diría una muy buena amiga mía: about the march, que es un spanglish particular.
Una famosa cita reza algo así: Hay quien dedica gran parte de su vida a evitar las corrientes de aire. En fin, una de las miles de formas que nos ofrece la vida de perder miserablemente el tiempo. Como lo de andar tratando de contentar, o no ofender, a cualquiera de las cada vez más numerosas y más pobladas legiones de descontentos u ofendidos que campan por ahí, sin ofrecer ni aportar, ni a sí mismos, ni al resto, nada de verdadero valor ni utilidad. Unos singer mornings. Definitivamente, el espanglish es más divertido que el english.