Primer día en la cuarta planta del hospital comarcal del Maresme.
Había llegado el momento. Este 20 de agosto de 2024, Lucas tenía que pasar irremediablemente por el quirófano.
Lo tomas o lo dejas, le decía la familia.
Estaría en buenas manos. El jefe del equipo de urología es el mejor en su campo. Uno de los referentes en este tipo de dolencias: cáncer de próstata.
Hace dos años, Lucas tenía tres opciones, A, B y C.
En esta ocasión, las cosas habían cambiado radicalmente. La primera opción quedaba descartada.
La decisión entre la B y la C dependía del grado de compromiso que adquiriera Lucas frente a la realidad.
El doctor le aconsejó que ya tendrían tiempo, dadas las circunstancias, de optar por la B.
—Según mi opinión como experto, la C es la mejor opción que te puedo ofrecer. —Le dijo con contundencia.
—Piénsalo con calma y nos vemos en quince días.
Pidió audiencia al Consejo de Sabios.
Lo debatieron durante unos días y, finalmente, decidió que era lo mejor para él y para su salud.
—Has tomado una sabía decisión. —Le comentó, otra vez, el doctor quince días después.
Para quedarse más tranquilo, Lucas le pidió a su cuñado Diego, médico de carrera y dentista de profesión, si quería acompañarlo a la visita. Así, pensó, entre médicos se entenderán mejor y después ya se lo traduciría.
El lenguaje que utilizan estos profesionales es lo más parecido al Klingon /tlhIngan Hol/, pero para eso se inventó el Deppl castellano-médicoKinglon-castellano.
Después de la visita, Diego le resumió los pormenores. El doctor ha dicho que lo mejor es empezar por la C y, seguramente, ahí se acabará la romería. Si las cosas se complican, la B es la alternativa de urgencia.
Ya que Lucas entiende tanto de Klingon como de tenis, depositó la confianza en los conocimientos de Diego, pero sobretodo, en las explicaciones tan transparentes y sinceras del doctor.
…
«La espera desespera».
Iban pasando los días y en el móvil no aparecían llamadas de la centralita del hospital.
De repente, como si se hubiesen puesto todos de acuerdo, empezaron a entrar sms convocándolo a los preoperatorios. Tal día esto, tal otro aquello. Más adelante, la llamada de la anestesista y antes de la operación, la última analítica.
Pregunta del millón, ¿uno está preparado para que hurguen en sus interiores? Depende del hurgador.
Ánimo, Lucas, tú estás preparado para que hurguen en tus interiores y mucho más, ah, y por cualquier tipo de hurgador. Te deseo lo mejor, recupérate pronto y no pierdas ese sentido del humor tan característico que tienes y te hace tan especial.
Abrazos y besos!
Que vaya todo muy bien Lucas!!