Hoy martes está todo en danza, en el horno, cociéndose a medio gas. Ya no se podrá abrir la tapa hasta que no suene la alarma.
Parece ser que, por fin, hoy se inicia el movimiento. Ya no hay vuelta atrás. Hoy, martes, aunque el refrán diga lo contrario «en martes, ni te cases ni te embarques», se pone en marcha el nuevo proyecto. Hasta ahora todo eran pruebas con ¡glups! incluidos. ¿Por qué esto no está como pedía? ¿Por qué esta línea de texto se ha ido a Cuenca? Y, esta foto ¿por qué ha salido cortada? ¿Te has mirado bien el original que te envié por email? ¿Dónde está, por dios? ¿Qué ha pasado con la firma de la ilustradora? A ver, envíame lo que te pasé hace días. ¡Hostia! Este no es. Te envié uno con fecha posterior. Etc, etc…
A más de uno, el anterior párrafo le sonará mucho si está metido en artes gráficas, diseño gráfico o todo lo que tenga que ver con reproducción gráfica. Estos tres conceptos pueden sonar igual, pero tú seguro que sabes qué se está diciendo.
A la tercera va la vencida. Eso también lo dicen por ahí. En este caso ha sido a la cuarta. Menos da una piedra.
Ya se ha firmado el contrato de manipulación, de impresión y de distribución. Ahora toca esperar un poco. ¡Cachis la mar!, se nos olvidó preguntar dónde se imprime. Aunque sea irrelevante, los procesos de impresión le impresionan más de la cuenta. Lo sabe por experiencia porque lo ha vivido en sus carnes y porque uno es consciente de lo que ha construido, pero no tiene el control de los resultados que, a veces, son imperdonables.
En un rato me marcho a casa de Lucas a calmarlo un poco. Le prepararé una infusión sedante y de paso, otra para mí porque lo veo venir. Me pondrá la cabeza como un bombo antes de que le hayan entregado los ejemplares.
A menudo, le digo que se tranquilice. Hasta que no tenga los resultados en la mano, no podrá cagarse en alguien, suponiendo que haya algún descalabro. Si todo sale bien, entonces, ¿para qué diantre preocuparse?
Lucas se pone la tirita antes de tener la herida. A estas alturas del partido no creo que cambie, ni mucho ni poco. Esperemos, de todas formas, que algo casi imperceptible sí que cambie, pero será tan minúsculo que pensaremos que todo sigue igual. En el cambio está el progreso. Eso dicen por ahí.
En uno de los puntos del contrato pone que tiene derecho a una nota de prensa que saldrá en bastantes medios. Una o dos presentaciones en FNAC o la Casa del Libro, una entrevista en una radio de audiencia nacional y un pódcast que, probablemente, le será entregado por correo electrónico para su uso y disfrute.
Aparte de estas incursiones en los medios de información también hará, por su cuenta y riesgo, dos o tres presentaciones a las que asistirá su prima, su abuela, el vecino del cuarto y el guardabosques del parque forestal.
Otra vez con las piedras. Menos da una de esas.
En cuanto Lucas me facilite las fechas de estos eventos, ten por seguro que te avisaré en #cerocoma.
De momento, no tengo más información que ofrecerte. Estate atento al teléfono, por si acaso.