Apollardaos

Abducidos, abobados, atontados, empanados, intoxicados, enganchados, despistados, colgados, tecnodrogados, etc.

¿Existe una definición precisa para las nuevas generaciones de humanos que se pasan grandes cantidades de tiempo mirando el móvil?

¿Es más importante lo que uno mira o consulta en el «esmaarfon» que, por ejemplo, pasear y disfrutar de nuestros perros, hablar con la pareja, con un amigo, un enemigo o simplemente observar por dónde se camina?

Compruebo, desde mi posición privilegiada de observador, que la gran mayoría de jóvenes y no tan jóvenes, caminan con una mano en el bolsillo, por si hace frío y la otra, agarrando el móvil, como si no hubiera un mañana, con la cabeza inclinada en dirección al suelo, sin mirar por dónde pisan.

¿Cómo se lo han montado las empresas gestoras de contenidos para que nosotros, pasemos más tiempo mirando el móvil que intercambiando impresiones con otros seres vivos?

Haz una prueba. Siéntate en un banco de la calle y observa en silencio. Seguro que muchos humanos llevan el móvil en la mano y la cara iluminada por el brillo de la pantalla.

¿Te has preguntado qué consultan? ¿Te has fijado en que muchas veces miran la hora en el móvil, aún llevando reloj?

Creo que tuve un pensamiento similar hace tiempo.

Yo también estoy enganchado al móvil. Como mucha gente, escucho música a través de Spotify.

Pero, una gran mayoría ¿qué consulta con tanta devoción?

¿Serías capaz de dejarlo en casa? ¿Guardarlo conscientemente en el cajón de tu escritorio, en la cocina o en cualquier otro lugar, siempre y cuando no sea en el bolsillo?

¿Saldrías de casa pensando que debías haberlo cogido o agarrado (según país) por si acaso?

Sabemos que es una buena herramienta de comunicación. Que es interesante llevarlo encima para estar más tranquilo. Pero, ¿a qué precio?

Hace unos cuantos años, mi hermana y su pareja viajaron a Japón. Nos dijo que, así como aquí hay carriles bici, allí hay carriles móvil. Así pueden caminar «tranquilos», mirando única y exclusivamente la pantalla, sin preocuparse lo más mínimo por el tráfico, que por lo visto es de locos.

¿Acabaremos por implantar, también, en este lado del mundo el carril móvil?

Tal como lo veo, creo que sí. Si no un carril móvil, al menos unos tubos a modo de trinchera para que los transeúntes con móvil en mano, no sufran ningún percance, ya que sus ojos solo están clavados en la pantalla brillante.

Puesto que actualmente hay muchas poblaciones patas arriba por las obras, podrían aprovechar para hacer una zanja por la que transiten los humabiles (humanos con mobile). Seguro que nos ahorraríamos más de un disgusto.

Y, como te he sugerido antes, si observas bien, verás que el colmo del colmo es ir montado en un patinete eléctrico mirando el móvil. Eso ya es de máster del universo, o más concretamente, del metaverso.

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