Este domingo día 26, Lucas tenía una invitada especial. Se conocieron el pasado febrero en un concierto de Rock, compuesto por instrumentos atípicos; los de la Cobla. El desencadenante fue el pisotón de un gordito que se encontraba justo enfrente de ella. Tropezó con tan mala pata que todo su peso fue a parar al minúsculo pie de Claire.
El dolor fue tan intenso que casi se desmaya. Suerte de Lucas que, sin formar parte de la escena, sería el colchón en el que caería la muchacha.
—¡Ostras! Qué daño, ¿no? —Le insinuó Lucas.
—Pues claro que duele. ¡No te jode!. ¿Te imaginas que, de repente, te caiga un ballenato encima mientras estás disfrutando de tu grupo favorito? —Respondió ella entre aullidos, cincuenta por ciento de dolor y el otro cincuenta porque no se oía una mierda.
Un amigo de Lucas le confirmaría, dos meses antes, el estreno en el local de siempre, de las últimas composiciones del grupo. No se lo perdería por nada del mundo. Le encantan los Grallenstons.
En el calendario tenía marcado en rojo, sábado 25 y domingo 26. El sábado no pudo ir y cambió la entrada para el domingo Es un tipo VIP.
Casualmente, a Claire le había pasado algo parecido. Su intención era acudir el sábado a la actuación, pero un compromiso al que no podía faltar, le desmontó sus planes. Así que tuvo que cambiar la entrada para el 26 de febrero.
El mundo es un conjunto de casualidades. Claire también es VIP.
Tras unas curas de primeros auxilios que le hizo Lucas, salieron del recinto como pudieron. Estaba lleno hasta la bandera.
Una vez en la calle, Claire le preguntó si le apetecía ir a tomar una infusión de tila para calmarse y así agradecerle lo que había hecho por ella. Lucas no tenía nada mejor que hacer.
—Nunca me han gustado las infusiones ni el café. —Le comentó mientras se apretaba la venda provisional que le había colocado Lucas en el pie, hecha con su chaqueta de lana.
—¿No te apetecería algo más fuerte? Si no te gustan las infusiones, la ratafía, el orujo o el limonchelo, te pondrán más a tono, digo yo. —Le comentó Lucas con la boca pequeña.
Un mes más tarde volvieron a quedar. Esta vez, en casa de Lucas. Quería asombrarla con la receta que una amiga suya le preparó el año pasado. Salmón a la naranja.
To be continued…