Afilando cantos

Has leído bien: afilando cantos. No he escrito «afinando cantos». Cambia una letra, pero por la N el significado es distinto. No es lo mismo afilar que afinar. Ni tampoco es lo mismo fallar que…

Aunque la estación dio el pistoletazo de salida el 5 de diciembre, prepurísima, Diego y Lucas no se han estrenado todavía. Su pase (forfait) excluye estos días. De todas formas no podrían haber subido por dos motivos. Por un lado, Lucas lleva tal castaña encima que no para de sonarse los mocos en versión cascada y por el otro, tienen terminantemente prohibido ir a esquiar en fiestas por las aglomeraciones que se forman. Están mal acostumbrados. Su día de esquí es el jueves, el mismo que el de la paella o el día que libraban las asistentas de las «casas bien».

Por cierto, esta temporada no contarán con la inestimable presencia de su compañero de pendientes, Ricard. Dijo que tenía mucho trabajo y que no contáramos con él. ¡Vayapordios!

Cabe la posibilidad de que suban la semana que viene. Nunca se sabe; no programan con tantos días de antelación. La vida es un misterio. Planificar con tiempo no es muy saludable. Es mejor dejarse llevar.

Diego no está al corriente de las locuras de Lucas. Ya se lo encontrará cuando se vean próximamente. Hacía tiempo que le rondaba por la cabeza hacer cambio de armario.

La temporada pasada, Lucas, estaba super en forma porque salía mucho en bicicleta. Este año, con tanto cambio de horario, calor y las pocas horas de sueño, ha hecho que su calendario de actividades físicas se haya visto comprometido. Debido a su nueva jornada, camina un montón cuesta arriba y cuesta abajo. Ya lo dice la física: todo lo que sube tiende a bajar en cualquier momento dado. Por cierto, no es lo mismo dado que dedo.

Hablando de dedos, los de sus pies están bastante machacados porque los zapatos del trabajo son feos e incómodos. Además, pesan cien kilos.

Desde que le asignaron el nuevo servicio, ha bajado el ritmo de enviarme la información correspondiente para crear los escritos de su blog. Cuando se le pase la somnolencia, seguramente se activará su zona de pensar en relatos. Por ahora, se duerme en cualquier lugar y posición. Esperemos que no se duerma al volante o al manillar.

De momento, no tengo más datos que transcribir, así que lo dejo aquí. Saludos desde el otro lado.

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