La lotería te puede tocar de distintas formas. Con dinero en la rifa; porque te has salvado de una buena hostia; con el resultado negativo de una prueba que esperabas hacía meses o simplemente porque ha entrado un ángel peludo de cuatro patas en tu vida, en formato gato, en este caso gata.
Eso es lo que le ocurrió a Aurora. En 2004, un ángel en formato gato, en este caso gata, entró en su vida para regalarle momentos de felicidad y cariñitos que no se pueden comprar ni siquiera con todo el oro del mundo.
Los gatos son seres puros que protegen nuestro entorno de las malas energías. No puedes lidiar con ellos; no puedes darles órdenes porque no te harán caso, pero siempre estarán cerca de ti, a una distancia prudencial, para cuidarte a su manera.
Leí no hace mucho que somos los humanos los que tenemos el privilegio de vivir en su casa; en su territorio. Ellos nos dan permiso para que compartamos su hábitat. Ellos, de hecho, nos eligen y nos aceptan en su manada.
Hasta ayer, siete ángeles peludos de cuatro patas, dejaban kilos y kilos de pelos a lo largo del año. Ahora, solo seis de ellos lo seguirán haciendo. El otro, de hecho, la otra, lo hará de una forma invisible a los ojos, pero no invisible al corazón. Seguirá presente en sus vidas, como lo hicieron, anteriormente, otros ángeles peludos de cuatro patas.
A India, que ya está con Tambor
Precioso y emotivo. Gracias otra clase de peludo.